Un informe de la organización para la niñez Plan indica que pueden sufrir abusos.
Los niños y niñas son el segmento de la población que más se ve afectado y descuidado tras un episodio de desastre. Así lo señala el Pequeño Manual Verde sobre Desastres elaborado por la organización internacional para la niñez Plan.
A través de la investigación para la redacción de este manual, la ONG concluyó que los niños, niñas y jóvenes por lo general no están involucrados en la respuesta y rehabilitación tras un suceso de esta índole, y sin embargo, componen con frecuencia más de un tercio del número de víctimas mortales y aún más de la población sobreviviente.
El documento preparado por el equipo de esta organización que trabaja en Asia, señala que en la fase inicial de un desastre, los niños corren el riesgo de sufrir daños, abusos y ser explotados por aquellos que se aprovechan de la disfunción de la ley y los sistemas de ordenamiento que generalmente se producen tras una situación de desastre. También debido a la negligencia de los gobiernos y de las agencias para abordar estos peligros.
“Después de los desastres los niños pueden sentir dolor, ira, miedo, culpabilidad e impotencia”, resalta el texto. Otro de los problemas que se resalta es el hecho de que se le presta más atención a sus necesidades físicas que a las cognoscitivas y emocionales.
Elementales
Plan está de acuerdo con que hay pocos ejemplos de intervención de desastres bien integrados que consideren las necesidades especiales que tienen los niños y niñas. Sin embargo los considera entes clave en el proceso de recuperación. Su posición es que los niños y niñas deben ser vistos como fuertes sobrevivientes capaces de compartir conocimiento y contribuir al alivio del desastre y a los esfuerzos de recuperación.
El Pequeño Manual Verde sobre Desastres manda a que el personal de Plan siga las siguientes pautas: movilizar recursos humanos internos, buscar y contra con las capacidades y recursos de la comunidad local, establecer contacto regular con los niños y niñas y asegurar que sus voces sean escuchadas, proteger a los niños del peligro, la violencia y el abuso y monitorear la evolución de la situación de los niños y niñas. Los miembros de Plan están llamados a apoyar los esfuerzos para seguir la pista de la historia y situación de niños de manera individual.
En el mismo documento la entidad también plantea su preocupación por la disfuncionalidad que puede sufrir el sistema educativo en los meses posteriores al desastre.
Situación actual en Haití
Una nota enviada por el equipo de comunicaciones de Plan Internacional señala que aún se desconoce la cantidad de niños y niñas apadrinados que se encuentran muertos o heridos a raíz de la catástrofe, pero que están concientes de que existen daños y lesiones considerables, así también una pérdida de vidas a gran escala. “El mayor riesgo está en el sur de la capital, Puerto Príncipe. Tenemos un equipo de Plan en Jacmel que ha aumentado con la llegada de personal de esta organización proveniente de distintas partes del mundo”, resalta la comunicación.
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